El entrenador del Mallorca, Javier Aguirre, ha aguantado a duras penas la emoción en la despedida oficial que el club balear le ha dispensado hoy en el estadio Son Moix.
”No me quiero romper, debo aguantar como un bribón”, dijo el entrenador mexicano intentado contener las lágrimas.
La entidad bermellona no ofreció al Vasco la renovación de su contrato tras dos temporadas y media en las que cumplió todos los objetivos que le plantearon.