En el umbral de la realidad y el sueño, Jackson Holliday emergió como una estrella incandescente en el firmamento del beisbol.
El joven prodigio, hijo del legendario Matt Holliday, despertó ayer en un mundo donde los límites se desvanecen y los sueños se entrelazan con la realidad.
Después de que el martes por la tarde Jackson fue citado por Buck Britton, manager del equipo triple A de los Orioles para recibir la noticia de su ascenso a las Grandes Ligas, el joven tuvo su anhelado debut.