Las autoridades indias están restringiendo los principales festivales religiosos que comienzan esta semana y que atraen a grandes multitudes, advirtiendo que ya comenzó una nueva ola de covid-19 en la capital financiera, Bombay.
Los gobiernos estatales de todo el país, de mil 300 millones de habitantes -que sufrió un devastador aumento de casos de coronavirus en abril y mayo-, están tomando medidas drásticas contra las reuniones multitudinarias.
Las restricciones se anunciaron en vísperas del festival hindú Ganesh Chaturthi, de 11 días de duración, que comienza el viernes.
La última ola de covid-19 desbordó los hospitales de India y se sabe que se cobró más de 200 mil vidas.
Se produjo después de una de las mayores reuniones religiosas del mundo, el Kumbh Mela, que atrajo a unos 25 millones de peregrinos hindúes.
Los expertos atribuyen a esa reunión, a los grandes mítines de las elecciones estatales y a la variante Delta -detectada por primera vez en India- la responsabilidad de aumentar la ola de covid-19.