Tres gendarmes murieron tiroteados y un cuarto fue herido, tras intervenir en un caso de violencia de género en un pequeño pueblo de Francia, en uno de los sucesos más graves de los últimos años en el país, exceptuando los atentados.
El gobierno francés informó este miércoles que el presunto agresor, de 48 años, apareció muerto horas después de lo ocurrido. Según fuentes del entorno del sospechoso, pareciera que se suicidó.
Los hechos ocurrieron en una aldea aislada cerca Saint-Just, en el departamento de Puy-de-Dôme, en la madrugada del miércoles, detalló la fiscalía a la AFP.
Los militares fueron tiroteados por un hombre cuando intentaban ayudar a una mujer que estaba refugiada en el tejado de una vivienda. Las víctimas mortales eran varones y tenían entre 21 y 45 años.
El presidente francés, Emmanuel Macron, los calificó de «héroes» y confirmó que acudieron en auxilio de una mujer «víctima de violencia conyugal».