Hamás anunció este jueves que entregó los restos de cuatro rehenes israelíes, entre ellos los de los dos niños y la madre de la familia Bibas, de origen argentino, convertidos en símbolo del terror del ataque de los islamistas palestinos del 7 de octubre de 2023.
«Nuestros corazones, los corazones de toda la nación, están destrozados», declaró el presidente israelí, Isaac Herzog. «En nombre del Estado de Israel, bajo la cabeza y pido perdón. Perdón por no haberles protegido en ese día terrible. Perdón por no haberlos traído a casa con vida».
De buena mañana, Hamás entregó cuatro ataúdes negros al Comité Internacional de la Cruz Roja en Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, y esta organización se los confió al ejército israelí. El convoy que los transportaba entró en Israel por el kibutz de Kissufim, en el sur del país, donde se habían reunido, al borde de la carretera y plantando cara a la lluvia y el viento, decenas de personas con banderas israelíes y amarillas, un color que simboliza a los rehenes.
Según el ejército, los cadáveres serán trasladados al Instituto forense de Abu Kabir, en Tel Aviv, donde serán identificados.