Las farmacéuticas se apresuran a actualizar sus vacunas contra el COVID-19 frente a la última amenaza del coronavirus, aunque todavía no está claro si el cambio es necesario.
Los expertos dudan de que las vacunas disponibles hoy en día queden obsoletas, pero sostienen que es vital ver con qué rapidez las empresas pueden producir una dosis reformulada y probar que funciona, porque pase lo que pase con ómicron, esta variante del virus no será la última.
Ómicron “está activando la alarma de incendios. Si resulta ser una falsa alarma, sería muy bueno saber si realmente podemos hacerlo, conseguir una nueva vacuna y estar preparados”, dijo el inmunólogo E. John Wherry, de la Universidad de Pensilvania.


