El Ejército aseguró en un comunicado que de acuerdo con las primeras investigaciones el ataque fue cometido por las disidencias de las FARC. La explosión provocó destrucción de algunas edificaciones, incluida la sede de una organización que promueve la defensa de los derechos humanos.
De acuerdo con organizaciones como Human Rights Watch, Arauca se convirtió en una de las zonas más peligrosas para los líderes sociales, blanco de ataques y amenazas por parte de grupos ilegales armados en medio de un conflicto interno de casi seis décadas que ha dejado 260 mil muertos.
A comienzos de enero los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC dejaron alrededor de 30 personas muertas en varios municipios del departamento de Arauca, según las autoridades locales que aseguraron que algunas víctimas pertenecían a los grupos armados ilegales en disputa.