El primer ministro británico, Boris Johnson, fue acusado de alimentar una «cultura del desprecio de las normas» en su gobierno, tras la publicación este domingo de una foto en la que aparece jugando en un despacho con dos colaboradores sin cubrebocas ni sana distancia en diciembre de 2020, cuando el país estaba confinado por la pandemia.
Esta nueva revelación se suma a una serie de escándalos que ciernen al dirigente conservador, en momentos en que se ha impuesto a los británicos nuevas restricciones sanitarias para frenar la rápida propagación de la variante Ómicron.
Johnson está bajo enorme presión desde que la prensa informó de que el personal de Downing Street celebró el año pasado una fiesta ilegal en un momento en que las restricciones contra el covid-19 prohibían reunirse en interiores en Londres.