Kanye West está siendo demandado por discriminación racial por parte de un ex guardia se seguridad. El rapero de 46 años es objeto de una demanda presentada por Benjamin Deshon Provo, quien trabajó para el intérprete de All Day tanto en su escuela Donda Academy como en un almacén para prendas de su marca Yeezy, en la que el ex empleado alegó que la controvertida estrella sometió a los empleados negros a un ‘trato menos favorable que a sus homólogos blancos’.
Los documentos obtenidos por la revista People, aseguran que Kanye ‘con frecuencia gritaba y reprendía a los empleados negros’ y despedía a Benjamin por negarse a cortarse las rastas.
El guardia de seguridad contó que comenzó a trabajar para Kanye alrededor de agosto de 2021 y después de seis meses en la Academia Donda, cuando la escuela se mudó de ubicación, le asignaron tareas laborales adicionales como resultado de la falta de personal, que incluían trabajar en domingo.
Durante ese tiempo, alegó que le pidieron que se pusiera a él y a los paparazzi ‘en peligro’ arrebatando cámaras a los fotógrafos que esperaban. Además, Benjamin afirmó que Kanye hizo que ‘cualquier persona asociada con Donda se deshiciera de libros relacionados con Martin Luther King Jr., Malcolm X y otras figuras prominentes de la comunidad afroamericana’ y alegó que le pagaban menos que a los empleados no negros ‘por motivos no discernibles’.
La demanda señala a Kanye de mostrar una ‘marcada diferencia’ en la forma en que trataba a los empleados afroamericanos con respecto a otros miembros del personal y afirmaba que era «siempre brusco, abrasivo y degradante con el demandante y sus homólogos afroamericanos».
Cuando el hombre se quejó de la disparidad salarial a su jefe inmediato, John Hicks, éste le dijo que no planteara el tema a Kanye y poco después vio una disminución en su salario, que sus colegas blancos no experimentaron, y le dijeron que el rapero no podía permitirse la seguridad en este momento.
En abril de 2023, Kanye West supuestamente ‘comenzó injustificada e irrazonablemente a exigir que el demandante y otros se afeitaran la cabeza’, a pesar de que Benjamin llevaba el pelo recogido en rastas ‘como ejercicio de su fe musulmana’.
«Como resultado del incumplimiento por parte del demandante de las demandas de Kanye de que le afeitaran la cabeza, Hicks y Kanye comenzaron a ejercer presión sobre el demandante para que hiciera lo mismo. Kanye comenzó a volverse cada vez más agresivo, exigente [y declaró] -Es hora de que se afeiten la cabeza. No estoy bromeando-«, señala el documento.
