Estados Unidos instó a México a despejar los campamentos que albergan a miles de migrantes en las ciudades fronterizas debido a las preocupaciones de que representan un riesgo para la seguridad y atraigan a bandas criminales, dijeron funcionarios familiarizados con el tema.
Frente a las críticas internas por un alza en los cruces ilegales a través de la frontera común, la administración del presidente estadounidense Joe Biden está presionando a México para que frene el flujo de migrantes y ayudar a aliviar así tensiones en la línea divisoria de casi 3,200 kilómetros.
Dos de los campamentos más grandes que han surgido en el norte de México se encuentran en la ciudad Reynosa, al otro lado de la frontera con McAllen, Texas, y en Tijuana, frente a San Diego, California.
Funcionarios y defensores de derechos humanos dicen que el campamento de Reynosa es el hogar de al menos 2,500 personas, es insalubre y ha atraído a miembros de grupos de narcotraficantes que buscan reclutar migrantes desesperados. El de Tijuana es de un tamaño similar, dicen grupos de defensa.


