El presidente estadunidense, Donald Trump, defendió la medida de su administración de impedir la inscripción de estudiantes extranjeros en Harvard, después de que una jueza suspendiera esta decisión calificada por la prestigiosa universidad como ilegal.
Trump ha insistido en que el gobierno “quiere saber quiénes son estos estudiantes extranjeros”. Añadió que es “una petición razonable porque Harvard recibe miles de millones de dólares”.
Su administración ha denunciado que las universidades son caldo de cultivo de grupos antisemitas y de propagandistas de las milicias palestinas.
El jueves, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, revocó la potestad de la Universidad de Harvard para matricular a extranjeros.
Pero Harvard presentó una demanda y una jueza federal de Massachusetts, suspendió la medida del gobierno hasta una audiencia judicial preliminar el 29 de mayo.