Dos intentos de asesinato, un expresidente pendiente de juicios que podrían enviarle a prisión, la primera mujer afroamericana en liza o la guerra en Ucrania y Gaza han hecho de la carrera presidencial a la Casa Blanca una campaña especialmente insólita en Estados Unidos.
Este martes, millones de estadounidenses están convocados en unas elecciones en las que el exmandatario republicano Donald Trump (2017-2021) y la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, están prácticamente empatados en intención de voto.
Estas son algunas claves de las elecciones en Estados Unidos:
El no candidato
“Lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y me concentre únicamente en cumplir mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato”. Así, con esa renuncia de Joe Biden, comenzó la actual contienda electoral.
Fue el 21 de julio, después de que personas cercanas, legisladores y miembros de su partido le pidieran la retirada. Tuvieron que pasar otros 12 días hasta que Harris logró los apoyos suficientes de su partido para postularse como nueva candidata, por lo que para los demócratas ha sido una campaña corta e intensa.
Una mujer negra y asiática
A lo anodino de la renuncia de un candidato se le sumó el hasta ahora poco común perfil de su sucesora: una mujer negra y de ascendencia india.
Y es que en casi 250 años de historia jamás una mujer negra había sido candidata. Harris toma así la senda abierta por Barack Obama, el primer presidente negro, y Hillary Clinton, la primera mujer candidata por uno de los dos grandes partidos. Y también por Shirley Anita Chisholm, la primera afroamericana que se presentó a unas primarias.
Un tiroteo que pudo costar la vida de Trump
Una semana antes de la renuncia de Biden, Trump era evacuado de un mitin en la localidad de Butler (Pensilvania) después de que se registrase un tiroteo en el que murió un asistente y el tirador fue abatido.
La imagen de su oreja ensangrentada por la bala que le rozó cuando estaba en el escenario es sin duda una de las de esta campaña y la venda con la que se cubrió la herida fue el atuendo más popular en sus mítines posteriores.