La crisis económica que azota Sri Lanka desde hace meses desencadenó en un movimiento de protesta sin precedentes desde la independencia de la isla en 1948, que tuvo su punto culminante el sábado con la invasión de la residencia presidencial y la promesa de dimisión del mandatario Gotabaya Rajapaksa.
Presidente desde 2019, Gotabaya Rajapaksa (73 años), forma parte del clan que gobierna la vida política esrilanquesa desde hace décadas.
El líder del clan, su hermano Mahinda (76 años), fue presidente del país de 2005 a 2015. Una década en el que la deuda del país con China aumentó a golpe de faraónicos proyectos de infraestructuras y sospechas de corrupción.
Mahinda goza del respeto de la mayoría étnica cingalesa, después de haber aplastado en 2009 a la guerrilla de los Tigres tamiles, poniendo fin a 37 años de guerra civil.
Su hermano, apodado «Terminator», era su principal mano derecha, secretario del Ministerio de Defensa al mano de las fuerzas armadas y la policía.
Cuando le llegó el turno de ocupar el poder, Gotabaya nombró primer ministro a su hermano, pero Mahinda tuvo que dimitir en mayo después de que los violentos enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes dejaran nueve muertos.