A través de sus representantes, el nuevo presidente de Morena, Mario Delgado, recibió esta tarde, oficialmente, la dirigencia del partido.
A partir de hoy podrá operar desde la casona en Chihuahua 216, en la Colonia Roma, donde atendían sus dos antecesores, Yeidckol Polevnsky y Alfonso Ramírez Cuéllar.
A nombre de este último, la abogada Neira Alvarado entregó a Rafael Estrada, quien fue representante de Delgado ante el INE, y a Javier Cabiedes, secretario particular, un documento en el que se detalla la situación financiera y administrativa del partido, así como un resumen de las acciones realizadas desde marzo por la presidencia.
En representación de la secretaria general, Citlalli Hernández, acudió Viridiana Lorelei.
A la nueva dirigencia le espera una cascada de pendientes, principalmente sobre la organización rumbo a la elección de 2021, por lo que en las próximas semanas deberán citar a reunión del Comité Ejecutivo Nacional o pedir que sesione el Consejo Nacional.
Entre los temas deberán aprobar los lineamientos para elegir a los candidatos a diputados federales, entre ellos cómo garantizar la paridad de género dependiendo de la competitividad de los distritos, así como los espacios para el sector de jóvenes e indígenas.
También un acuerdo de cómo operará el partido en aquellos estados donde no tienen presidente o carecen de varios secretarios. El último reporte interno indica que en 17 entidades no hay líder local y en cinco más no hay dirigencia ni consejos estatales desde el 2015.
Además de que en la mayoría la pugna por el comité estatal mantiene enfrentados a los grupos y en algunos casos hasta han recurrido a la vía legal.
Cuando Delgado ganó la presidencia, afirmó que implementaría de inmediato un plan de 10 acciones, entre ellas activar los comités seccionales y constituir otros de defensa de la cultura de la 4T.