El rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, era un centro de adiestramiento del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) donde, bajo engaños de falsos empleos en seguridad con salarios de 4 a 12 mil pesos a la semana, reclutaban a personas para formarlos como parte de la organización criminal, aseveró el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch.
Con base en el testimonio de José Gregorio Lastra Armida, alías El Lastra o El comandante Lastra –detenido la semana pasada en Cuajimalpa y quien era el capo de este equipo de reclutadores–, el funcionario federal reveló que quienes se oponían al adiestramiento en ese rancho o intentaban escapar eran golpeados, torturados y asesinados.
Durante la mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el secretario de Seguridad presentó algunos detalles de las investigaciones que se han realizado a raíz de la aprehensión de El Lastra el jueves 20 de marzo.
A pregunta sobre si se hallaron restos humanos en el lugar, respondió: “no tenemos conocimiento. La Fiscalía General de la República (FGR) va a determinar exactamente si hay restos; nosotros no lo tenemos confirmado. Lo que sí es que, en la primera operación que hizo la Secretaría de la Defensa Nacional, junto con la Guardia Nacional –en septiembre pasado–, había un cuerpo y se detuvieron a 10 personas”.
En ese marco, la jefa del Ejecutivo garantizó que habrá verdad por este caso y exhortó a que la FGR atraiga ya la indagatoria y tome el control del predio, pues hasta ayer seguía bajo custodia de la fiscalía de Jalisco.
García Harfuch señaló que Lastra Armida es ubicado como responsable del reclutamiento de personas para el CJNG de mayo de 2024 a inicios de marzo de 2025, y tenía a su cargo el centro de adiestramiento ubicado en el rancho Izaguirre.
Es uno de los principales colaboradores de Gonzalo Mendoza Gaytán, alias El Sapo, cabecilla regional en Jalisco, Nayarit y Zacatecas para la organización criminal.
Refirió que mediante investigaciones y trabajos de inteligencia del gabinete de seguridad, se le logró ubicar en la Ciudad de México, donde se trataba de ocultar luego de que El Sapo le ordenó terminar con las actividades de adiestramiento.
El secretario delineó que se tiene conocimiento de que el detenido contaba con un grupo de colaboradores dedicado al reclutamiento, el cual tenía las siguientes características: utilizaban principalmente redes sociales para ofrecer oportunidades laborales falsas, mediante engaños, además de usar grupos cerrados donde se mencionaban las actividades delictivas; algunas de estas publicaciones referían ofertas de trabajo para la organización criminal y ofrecían un puesto como guardias de seguridad con un pago de 4 mil a 12 mil pesos semanales.
Agregó que los interesados eran citados en centrales de autobuses desde donde se les trasladaba al centro de adiestramiento en rancho Izaguirre; ya en ese lugar, el adoctrinamiento consistía en el manejo de armas de fuego y acondicionamiento físico.
A los reclutados se les obligaba a dejar sus pertenencias y se les uniformaba con ropa y botas tácticas; también, les retiraban sus celulares; el entrenamiento tenía aproximadamente un mes de duración, tiempo en el que permanecían incomunicados. Dependiendo de las aptitudes, a los reclutas se les otorgaba un puesto dentro de la organización y, asimismo, eran asignados a distintas entidades para incrementar el estado de fuerza de la organización delictiva, apuntó García Harfuch.