En los últimos meses, Musk ha amplificado las teorías falsas de Trump sobre migrantes indocumentados, acusándolos de destruir el país y difundiendo esas opiniones entre sus más de 200 millones de seguidores en X, plataforma que adquirió en 2022 y rebautizó para que pasara a llamarse X, en vez de Twitter.
Según the Washington Post, Musk no tenía el derecho legal de trabajar mientras construía Zip2, la empresa que vendió por unos 300 millones de dólares en 1999, y que fue su trampolín hacia Tesla y otras compañías que lo han convertido en la persona más rica del mundo.
Musk llegó a Palo Alto en 1995 para cursar un programa de posgrado en la Universidad de Stanford, pero nunca se matriculó, dedicándose en su lugar a sus aventuras empresariales.
Esto, según expertos legales consultados por el Post, lo dejó sin una base legal para permanecer en el país, ya que al no inscribirse en la universidad, tendría que haber abandonado Estados Unidos conforme a las leyes de inmigración de la época. En cualquier caso, no se le habría permitido trabajar.
Según indicó a The Washington Post Leon Fresco, exabogado del Departamento de Justicia, los estudiantes extranjeros que llegan a Estados Unidos con un visado de estudiante no pueden abandonar sus estudios para fundar una empresa, incluso si en ese momento no están recibiendo pagos inmediatos.
Musk nunca ha reconocido públicamente haber trabajado sin estatus legal. En una entrevista en 2013, bromeó diciendo que se encontraba en una “zona gris” al principio de su carrera y, en 2020, afirmó que tenía un “visado de trabajo estudiantil” tras dejar sus estudios en Stanford.
“Estaba legalmente allí, pero se suponía que debía hacer trabajo relacionado con los estudios”, declaró Musk en un pódcast en 2020.
Ni Musk, ni su abogado Alex Spiro, ni el responsable de la oficina familiar de Musk respondieron a solicitudes de The Washington Post para obtener una respuesta a estas revelaciones.