El potente tifón Rai golpeó este jueves el centro de Filipinas, dejando al menos 12 muertos, inundaciones en islas turísticas, y daños en edificios como hoteles y aeropuertos, según dijeron las autoridades.
El tifón Rai se debilitó ligeramente tras tocar tierra en la costa sureste del país, pero se mantuvo letal y destructivo, con vientos sostenidos de 150 kilómetros por hora y rachas de hasta 205 km/h.
Las autoridades estaban evaluando el alcance de los daños y las víctimas causadas por uno de los tifones más potentes que han azotado el país en los últimos años, pero señalaron que sus esfuerzos se estaban viendo obstaculizados por los cortes de electricidad generalizados, los fallos en las comunicaciones y las carreteras atascadas con árboles caídos y escombros.