El calentamiento global sigue afectando a las condiciones climáticas del planeta y de todos los fenómenos naturales existentes, ya que la emisión de gases, incendios forestales y contaminación han provocado que ocurran desastres naturales en lugares que nunca se había pensado.
La Revista Nature publicó un estudio titulado ‘Changing El Niño–Southern Oscillation in a warming climate’, en el que se aprecia que el llamado fenómeno de ‘El Niño – Oscilación del Sur (ENOS) podría tener alteraciones en un futuro próximo a consecuencia del calentamiento global.
Para dar a entender el impacto que podría generarse en los siguientes años, es necesario revisar en qué consiste dicho fenómeno.
El Niño – Oscilación Sur es un patrón climático recurrente que implica cambios en la temperatura de las aguas en la parte central y oriental del Pacífico tropical. En periodos que van de tres a siete años, las aguas superficiales de una franja del Océano Pacífico tropical se calientan entre uno y tres grados Celsius, en comparación de lo normal.
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Este calentamiento oscilante y el patrón de enfriamiento afectando directamente a la distribución de las precipitaciones en las zonas tropicales, generando una fuerte influencia sobre el clima en otras partes del mundo.
El Niño y La Niña son las fases extremas del ciclo ENOS. La fase cálida de El Niño suele durar aproximadamente entre 8 a 10 meses. El ciclo ENOS entero dura generalmente entre 3 y 7 años, y con frecuencia incluye una fase ‘fría’ (La Niña), que puede ser igualmente fuerte.
Una vez desarrollado, El Niño y La Niña producen cambios importantes en las temperaturas estacionales y en los patrones de precipitación en muchas regiones diferentes del mundo, incluso las que están alejadas del Océano Pacífico ecuatorial. Estos cambios se conocen como teleconexiones.