La escudería Mercedes fue la comidilla en las sesiones de ensayo de pretemporada de la Fórmula Uno en Bahréin el jueves, tras presentarse con un bólido radicalmente revisado que llamó la atención y levantó las sospechas de su gran rival, Red Bull.
El flamante W13 presenta pontones mucho más estrechos, lo que llevó al director gerente de deportes de motor de la F1, Ross Brawn, a decir que el concepto es impresionante y una «interpretación muy extrema del reglamento» que no había sido prevista.
«Es inevitable que haya mucho debate sobre su interpretación. Eso es lo que ocurre con los nuevos reglamentos», dijo a F1 TV. «Por mucho que intentes cerrar todas las opciones, y créeme que cerramos cientos de ellas, la innovación en la Fórmula 1 es siempre extrema«.
El jefe del equipo Red Bull, Christian Horner, fue citado por el diario alemán Auto Motor und Sport diciendo que los Mercedes violaron el «espíritu» del reglamento. La escudería afirmó más tarde que las citas son incorrectas.
Horner, cuyo piloto Max Verstappen venció el año pasado al siete veces campeón de Mercedes, Lewis Hamilton, en una controvertida carrera final, dijo más tarde a la televisión Sky Sports que «no presté mucha atención» a los Mercedes.