“…El problema fundamental en el vital discurso político de los actores directos de la política, radica en el hecho de que tanto los partidos como los candidatos han perdido algo básico en la retórica, es decir, lo que se conoce como el “locus standi”, lo que significa la brutal pérdida de la legitimidad para ser escuchado, el permiso indispensable que la audiencia les concede o no para hablar…” “…Por eso no importa qué tan pertinentes sean sus propuestas, hoy ancladas de manera general en la lógica populista de “derechas o izquierdas”, si es que fuera aun intelectualmente legítimo usar estos viejos mapeos ideológicos, el hecho real y contundente radica en la constatación diaria de que la abrumadora mayoría de los mensajes en tiempos campañeros, de cualquier signo o semántica política, encuentran oídos y mentes cerradas en las diversas audiencias públicas…” nos confirma con una amplia sonrisa el influyente personaje, cercano como pocos a los altos círculos de poder en el altiplano, conocedor en lo teórico y en lo práctico de nuestra abigarrada realidad política mexicana y chihuahuense, mientras degustamos un exquisito Tequila Barrique de Ponciano Porfidio, Extra Añejo, 100% de Agave Azul, en la comodidad del bar de su lujosa residencia, en Bosques de las Lomas, allá en la Ciudad de México.
“…Aunado a lo anterior, es palpable la incapacidad argumentativa que en lo concreto en el proceso sucesorio de “Chihuahua 2021”, muestran los agentes en el mercado discursivo para generar una narrativa inspiradora que unifique y también emociones a la sociedad chihuahuense implicada en las valoraciones de las ofertas político electorales, contexto débil y anticlimático para la movilización ciudadana en el próximo 6 de Junio…””…Sin duda que no existen condiciones para activar resortes populistas que sean atractivos para el electorado, en ese sentido habría que afirmar que a estas alturas y después del fenómeno multicausal del 2018 mexicano, que puede caracterizarse como el “eructo populista”, en Chihuahua los discursos, relatos o narrativas de las opciones político partidistas y sus respectivos candidatos no entusiasman en lo absoluto, su búsqueda del voto ciertamente se ancla en los motivantes o propulsores de odio respectivos, sin embargo, son perfiles que poco, muy poco le significan al ciudadano chihuahuense hoy…” “…La multicitada , apapachada, instrumentada por algunos sectores y medios, María Eugenia Campos Galván, “Maru”, vive y respira políticamente por la feroz construcción del “corralismo fóbico” en la violencia verbal y comunicativa alimentada sistemáticamente en una muestra más de la inmadurez patológica de la racionalidad regresiva de los marcos mentales de algunos vectores de la opinión pública en Chihuahua, aprovechando la enclenque y vapuleada transición democrática en México, Campos Galván abreva en el odio no tanto a AMLO, sino de manera visible en todo lo que se ha construido en su papel de mercadotécnica colegiala víctima inocente, “violentada”, por el abusador gobernador del estado, es en ese tropos discursivo en donde ha sabido habitar en una grotesca contradicción paralíptica, por un lado exige inflamada de ánimo reivindicatorio de género el retorno a la honestidad política, mientras que por el otro miente con desparpajado y melodioso descaro en relación al pestífero aroma de corrupción que le identifica con el despreciable duartismo mafioso…” “…De propuestas nada que pueda ser creíble en un discurso que navega en esta fársica ruta, semántica hueca, vacía de veracidad por su misma génesis discursiva incongruente…”
“…La otra zona de odio generadora de discurso político es la que habita el candidato de MoReNa a la gubernatura del estado, Juan Carlos Loera de la Rosa, quien fuese al comisario superdelegado de AMLO y el nuevo oficialismo desde el 2018, cargo que como ya se sabe categóricamente resultó siempre ser la plataforma para las candidaturas ideadas en el esquema “hereditario” de AMLO y su familia política referida como “la 4T”; Loera no se aparta verbalmente un ápice del mundo discursivo de su padre político AMLO, incluso es notorio el hecho de que se siente feliz al ser identificado en ese vínculo paternal-filial, sin embargo, ni es el mundo mexicano del 2018, ni tampoco el hoy candidato de MoReNa al gobierno estatal de Chihuahua es portador de la impronta populista y carismática de quien es su momento fuera festivamente identificado como “El Peje”…”Loera ha llegado a los peligrosos deslices discursivos de explicitar una propaganda electoral refiriendo de manera descolocada la existencia de “los nazis de Chihuahua”, con el objetivo de posicionarse en una supuesta y resbaladiza narrativa democrática, su propuesta discursiva intenta replicar las motivaciones profundas del odio y afanes vengativos del lopezobradorismo, sin embargo, su misma índole y carácter al parecer le privan de la posibilidad de ser un catalizador fiel de los ánimos vengativos que tanto ha logrado clientelizar su jefe tabasqueño, por no hablar que en Chihuahua los vientos que le soplan al ambiguo inquilino de Palacio Nacional no le son brisa acariciante, su populismo pragmático sufre diario de erosión en estos lares norteños…”
“…Estos son los supuestos “extremos” del espectro o espectral esquema ideológico político en la disputa Chihuahua 2021, fórmula de reciclajes de odio y deseos continuados de venganzas, en el fondo la carcoma de una demagogia que nada fundamental aporta a la pedagogía democrática imprescindible que el estado requiere en este tiempo de discursos pastosos en la arena de la disputa por la opinión pública y la educación ciudadana, supuesta democracia que es realmente demagogia, mísera disputa por el imposible pero peligroso control de la realidad, réplicas de iracundias discursivas que intentan demoler al adversario y en ese sentido burlar instituciones, fanatismos de identidades y tribus que se enquistan de manera parasitaria en un doliente y frágil tejido institucional que, por la razón o sinrazón que sea, la mayoría masiva nunca aprendió a valorar como suyo, todo esto con la acción de una clase política que abusa de una ciudadanía que tiene como motor político el popular y populista mantra de la lucha contra la corrupción, sin reparar en su “odio justiciero”, que en el escenario actual de esa lucha no solamente se están demoliendo por propósitos demagógicos las partes carcomidas del edificio del Estado, sino que también no saben o no quieren saber que al nivel de la República la destrucción es generalizada y arbitraria y que empieza a afectar peligrosamente sus mismos cimientos…”
“…Es así que antes de pensar en nuevos discursos y nuevas narrativas o rabiosas y geniales ocurrencias mercadotécnicas para construir mejores instituciones sociales, económicas y políticas en este momento cumbre de arribo al “Chihuahua 2021”, es indispensable recordar una verdad básica y por lo tanto fundamental: el antídoto contra la demagogia no es la democracia, sino la decencia, conducta que derrote a los populismos de ”izquierda o derecha”, oponiéndonos a su lenguaje tóxico, divisivo, falaz y cruel que intenta apropiarse de la realidad a punta de la violencia cotidiana de las fakenews y la sucia corrosión comodina de la posverdad…””…Una decencia que no tema ser ridiculizada por sostener la necesidad de rescatar la empatía, la integridad para reconocer con sano sentido común lo que está bien y lo que está mal, sin importar, por supuesto, quien lo haga o lo diga, de la misma manera aceptar los rigores éticos de una verdad incómoda a los cantos de sirenas de mentiras lucrativas, recuperar a la vez la indispensable capacidad de escucha hacia el otro diverso en perspectivas, creencias e inteligencia, voten como decidan votar…” “…Derrotar a la demagogia es el auténtico y verdadero desafío histórico de nuestro tiempo político…”
