Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) están alertando a los médicos y a las autoridades sanitarias locales, especialmente en el sur de EE.UU., sobre la amenaza del dengue en el país después de que la enfermedad se disparara a nivel global.
“Aunque actualmente no hay reportes de un brote en el área continental de Estados Unidos, en todo el mundo los casos han aumentado a un ritmo alarmante“, dijo a EFE, Gabriela Paz-Bailey, directora de la Oficina de Dengue de los CDC, con sede en Atlanta, Georgia.
De acuerdo con datos de la agencia, en lo que va del año se han reportado un total de 2 mil 241 casos en Estados Unidos, un aumento considerable en relación con el 2023, tomando en cuenta que durante todo el año se registraron 3 mil 36.
Del total de casos en lo que va de 2024, mil 498 se contabilizaron en Puerto Rico, donde las autoridades locales declararon estado de emergencia en marzo tras registrar cifras históricas de esta enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, también portador del chikunguña, fiebre amarilla y el Zika.
“El aumento de los viajes durante el verano a los lugares donde el dengue es común puede conducir a mayor transmisión local en Estados Unidos, entonces es importante que los profesionales de salud realicen pruebas a los pacientes que tengan fiebre y hayan viajado a lugares donde el dengue es frecuente”, dijo Paz-Bailey.
Por ello, la epidemióloga de origen colombiano insta a quienes viajen a estos países a que se protejan con repelente, pues se quiere evitar que regresen con el virus y este se propague en Estados Unidos, ya que el mosquito transmisor está presente en varios estados del país, especialmente en el sur.
“Esta importaciones del virus por caso de dengue en viajeros pueden resultar en transmisión local, aunque generalmente son cadenas cortas de transmisión y brotes controlados, no son los brotes explosivos que vemos en Puerto Rico”, subrayó Paz-Bailey.
Históricamente se han registrado casos de transmisión local en Hawái, Florida y Texas, y recientemente se han reportado en Arizona y California, de acuerdo con la directora de la Oficina de Dengue.
“Pero donde esperamos que haya más posibilidades de transmisión es en el sur de Estados Unidos, donde existe el mosquito Aedes aegypti, y Florida ha sido de los estados que ha reportado más casos adquiridos localmente”, sostuvo la experta, quien asegura que el calor es un factor que está contribuyendo al aumento de los casos a nivel global.
Paz-Bailey explica que el mosquito está presente ahora en áreas donde antes no podía sobrevivir porque las temperaturas eran más bajas. Asimismo, los huracanes, inundaciones y otros “fenómenos extremos” generan condiciones propicias para generar criaderos de estos insectos y así multiplicarse.
De acuerdo con los CDC, aproximadamente una de cada cuatro personas infectadas por el virus del dengue -para el cual no existe un medicamento específico para tratar- se enferman y de ellas, algunas padecen síntomas graves que pueden poner la vida en peligro en unas pocas horas, por lo cual se requiere hospitalización.
El síntoma más común de este virus es la fiebre, además de náuseas, vómitos, sarpullido y dolores en los ojos, musculares y en las articulaciones. Sin embargo el dengue hemorrágico o grave, que es menos frecuente, puede incluir shock y hemorragia interna.
Alrededor de 40 mil personas mueren cada año a causa del dengue grave en todo el mundo, según los CDC.
En Estados Unidos existe una vacuna contra el dengue que los CDC recomiendan para el uso en niños de entre 9 y 16 años que hayan tenido una infección previa confirmada por laboratorio y que vivan en áreas donde el dengue es común.
En las Américas, en 2023 se reportaron 4.6 millones de casos, mientras que en lo que va del año ya se han contabilizado 9.6 millones, según datos de la agencia.