El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, un fuerte opositor a la migración haitiana, anunció su propio triunfo en las elecciones nacionales celebradas ayer en su país para elegir nuevo mandatario, con lo que estará en el poder hasta el año 2028.
Poco más de ocho millones de dominicanos estaban habilitados para acudir a las urnas y decidir cuál era el candidato más adecuado para afrontar las consecuencias de la crisis humanitaria en Haití, abordar la corrupción en el gobierno y controlar la inflación y la desigualdad en el principal destino turístico del Caribe.
El tema de Haití ha sido sensible para Abinader, que desde su llegada aumentó las redadas migratorias y multiplicó las deportaciones, levantó un muro en parte de la frontera con Haití y cerró la migración desde el vecino país.
La isla La Española, que comparten ambas naciones, contrasta con una República Dominicana donde el turismo es boyante y donde Haití sufre una crisis de criminalidad que se agravó en marzo pasado, cuando se fugaron unos 3 mil 600 reos de una prisión en la capital Puerto Príncipe.