El gobierno de México envió esta semana a Cuba combustible como parte del apoyo humanitario a la isla, que también incluye medicamentos y comida, informó este martes la Secretaría de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Según dicha dependencia, el lunes zarpó el embarque con cien mil barriles de diésel “para abastecer de energía a hospitales de la isla” y el martes salió otro buque con tanques de oxígeno, cubrebocas, jeringas y alimentos para atender la emergencia sanitaria generada por la pandemia y las necesidades alimenticias de Cuba.
El miércoles se prevé que zarpe un tercer barco también con material médico e insumos como leche en polvo, frijol, harina de trigo, latas de atún y aceite comestible.
Desde las protestas sociales de mediados de mes, las mayores en décadas ocurridas en la isla, México mostró su disposición de enviar alimentos y medicinas dada la grave crisis que enfrenta Cuba desde hace año y medio por la paralización de su economía debido a la pandemia y por el endurecimiento de las sanciones que llevó a cabo la administración de Donald Trump y que el presidente Joe Biden mantuvo.
Además de enviar ayuda, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha reforzado la tradicional oposición del país al embargo estadounidense y el martes lo calificó de “medida extrema”, “inhumana” y “acción medieval”. También criticó duramente que un barco que llega con ayuda a Cuba pueda luego ser castigado por Washington.
“Si se tratara… que llevan armas, pues a lo mejor ¿no?, aunque pues cada país es independiente, es autónomo, pero eso sí podría cuestionarse, pero ¿alimentos, medicamentos?, ¿por qué ese bloqueo?”, dijo.
El mandatario puso a Cuba la semana pasada como ejemplo de resistencia y apostó porque la Organización de los Estados Americanos (OEA) pueda ser reemplazada “por un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie”. El consejo permanente de la OEA realizará el miércoles una sesión extraordinaria para abordar la actual situación en la isla.
Pese a esta retórica, López Obrador se jacta de tener muy buenas relaciones tanto con el gobierno cubano como con el estadounidense y el martes aseguró que su gobierno iba a cuidar que se mantuvieran.