Cientos de personas hacían fila el jueves para presentar sus respetos al arzobispo Desmond Tutu, cuyo cuerpo era velado en la Catedral de San Jorge en Ciudad del Cabo, donde el héroe antiapartheid predicaba contra la injusticia racial.
Tutu, un premio Nobel de la Paz ampliamente venerado a nivel interracial por su rectitud moral y su lucha de principios contra el gobierno de la minoría blanca, falleció el domingo a los 90 años.
Su muerte representa una gran pérdida para Sudáfrica, donde muchos le llamaban «Tata» (padre). Desde el domingo, las campanas han sonado todos los días en su honor y han llegado tributos y oraciones desde todo el mundo.