La ciclista mexicana Jade Romero, fallecida el pasado 11 de diciembre tras sufrir un accidente mientras entrenaba, fue despedida en su natal Veracruz por familiares, amigos y deportistas que se congregaron para darle el último adiós.
La comunidad de ciclistas montó una guardia y se llevó a cabo una misa en la catedral San José, para posteriormente sepultar a la originaria de Coatzacoalcos en el panteón municipal.
Con consternación y desconsuelo las personas que fueron cercanas a Jade la recordaron como una deportista muy disciplinada que “vivía su sueño” luego de que recientemente se había incorporado al equipo AR Monex con la intención de forjar una carrera profesional dentro del ciclismo.



