El joven sospechoso de disparar el domingo junto a su padre contra un acto de celebración de la comunidad judía en Sídney, en el que 15 personas fallecieron, despertó este martes del coma, en el que había estado tras ser herido el día del atentado, que dejó unos 40 lesionados.
La cadena pública australiana ABC confirmó, citando fuentes vinculadas al caso, que Naveed Akram, de 24 años, salió del estado de coma y ha recuperado la consciencia, sin mayores detalles sobre su estado de salud.
El joven sigue hospitalizado y bajo custodia policial, mientras que su padre, Sajid Akram, fue abatido a tiros por un agente en Bondi Beach, la playa turística en la que tuvo lugar el atentado.


