Claudia Sheinbaum, presidenta de México, anunció que tomó la decisión de ya no cobrar el impuesto a los videojuegos.
La mandataria admitió que es difícil distinguir entre un videojuego que tiene violencia y uno que no.
“Cómo le vas a poner un impuesto, quién va a determinar esa circunstancia”.
