Al referirse a la suspensión definitiva relacionada con las obras del Tren Maya otorgada por un juez, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que las decisiones del Poder Judicial pretenden dar «un golpe de estado neutralizando al Poder Ejecutivo, o sea, que ya no ejecutemos nada. Es un golpe de estado técnico».
—¿Ve ese riesgo con esos mandatos judiciales?
—Si, incluso hubo una iniciativa de un senador panista, Rementería, muy cercano al pensamiento fascista, planteo eso, que la Corte me destituyera, era tan absurdo que tuvo que retirarlo. Le echó la culpa a sus asesores. Pero vamos a seguir adelante, transformando al país, limpiándolo de corrupción. La verdad es que estábamos inmersos en una decadencia, un proceso de degradación.
Aseveró que van a seguir queriendo detener las obras de gobierno, «pero no van a poder porque de acuerdo a la Constitución, tenemos derecho de hacer obras en beneficio del pueblo. No se van a poder cancelar las obras. No se puede, una cosa es que violen la Constitución. Que me digan los ministros sino la están violando, cobrando más que lo que cobra el Presidente».
Durante la conferencia, derivó la pregunta sobre el Tren Maya en la defensa de su proyecto como presidente, porque, aseveró, se están confrontando dos proyectos, el popular y otro que es defendido por los sectores conservadores y de los medios de comunicación. Recordó que en su momento, el poder de los medios los llevo a imponer un presidente.
«Como me voy a quedar callado, si estoy defendiendo el proyecto de transformación. ¿De donde sale el dinero para la guerra sucia? ¿quien está financiando. Ya sabemos y es lamentable que el gobierno de Estados Unidos no haga nada y sigan dándole dinero a opositores a un gobierno legal y legítimamente constituido. Pero los que reciben el dinero, ¿con qué autoridad moral? Es un acto de deshonestidad. No es nada más que le den el dinero, sino que lo solicitan y lo usan para dañar un proceso en beneficio del pueblo».