La vida de Dani Alves ha dado un vuelco radical en los últimos años. Se convirtió en leyenda del Barcelona, era el máximo ganador de títulos en la historia hasta 2022, año en el que llegó a los Pumas; sin embargo, en diciembre de ese año fue acusado de abuso sexual contra una mujer en un bar de la ciudad condal.
El brasileño estuvo cerca de 14 meses en prisión, salió en marzo de 2024 y justo en marzo de este año fue absuelto por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña; sin embargo, el tiempo encerrado le dio un nuevo sentido a su vida, toda vez que se olvidó del futbol para ser predicador de la fe cristiana en una iglesia evangélica de Girona.
“Hay que tener fe, hermanos míos. Yo soy una prueba de eso porque aquí lo que Dios promete es lo que cumple. Hice un pacto con Dios, le dije: ‘Señor, yo te voy a servir, pero tú cuida de mi casa, toca los corazones y esas personas no me abandonarán’”, indicó a través de uno de los videos en los que le habla frente a un grupo de feligreses.


