Cubanos y familiares en Estados Unidos celebraron como una “diosa” que “triunfó ante el comunismo” a Celia Cruz, reina de la salsa, en el centenario de su nacimiento, lo que contrastó con el silencio oficial en la isla, mientras el albacea de la cantante, Omer Pardillo-Cid, señaló a los retos de su legado.
Exiliados que llegaron a Estados Unidos tras la llegada de Fidel Castro al poder en Cuba, al igual que Celia Cruz, conmemoraron a su artista más universal en la Ermita de la Caridad en Miami, hogar de la mayor diáspora cubana, donde su primo, Rolando Cruz, afirmó que, para esta comunidad, “es una diosa”.
“Me siento muy contento, muy alegre y a la vez un poco triste porque ojalá que estuviera aquí viva con los 100 años, pero como son cosas de la vida, todos llegamos hasta una cierta edad o hasta una cierta vida, pero me siento muy contento por todo lo que se está haciendo por los 100 años”, expresó Cruz en una entrevista.


