La violencia criminal tiene permeado al actual proceso electoral de Jalisco, que se perfila como el más violento de su historia.
En la actual contienda nueve políticos han sido asesinados, según Integralia; dos están ilocalizables, además, ya hubo agresiones y amagos a precandidatos y candidatos, muchos de los cuales prefirieron renunciar a sus aspiraciones.
“Eso nos habla de que la actividad de la política se está viendo rebasada por esta estructura paralela que es el crimen organizado”, aseguró Mónica Montaño, académica de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
La también coordinadora del Observatorio Político-Electoral de la UdeG dijo a EL FINANCIERO que la situación es preocupante, porque las instituciones están para “evitar convertirnos en un narco-Estado y no se ve una buena prospectiva”.