Checo Pérez celebró su primer triunfo en la Fórmula 1 hace un par de años cuando se disputó por primera ocasión Gran Premio de Sakhir. Este fin de semana la máxima categoría estrenará carrera cuando Miami reciba al gran circo del automovilismo y el tapatío apele a uno de sus más dulces momentos para volver a brillar en el estreno de una prueba.
El veterano mexicano en la F1 ha tenido la oportunidad de estar en las largadas de nueve pruebas que comenzaron a escribir su historial en la pomposa categoría. Además de esa victoria en Baréin en que fue su último año como piloto de Racing Point —en una carrera que ingresó al calendario sólo para disputarse ese año debido a la condición de la pandemia— Checo también subió al podio del Gran Premio de Europa disputado en Bakú en la primera edición de la carrera en 2016.
El año pasado como miembro del poderoso equipo Red Bull, una cuarta posición lo acompañó tras cruzar la línea de meta en el Gran Premio de Qatar, disputado en Lusail, mientras que la fortuna no le sonrió en la penúltima prueba cuando la F1 se trasladó a Arabia Saudita para vivir una aventura sin precedentes en una pista con una enorme recta, pero en la que Checo abandonó para registrar un DNF (No terminó) como resultado para la historia.
El mexicano que está en su decimoprimer año en la parrilla de salida de la F1 vuelve a Estados Unidos, donde en 2012 formó parte de los pilotos que escribieron la primera de las planas en la historia del Gran Premio de Estados Unidos en el Circuito de Las Américas en Texas, finalizando en la posición 11. Ahora en Miami, con uno de los bólidos de mejor desarrollo entre los competidores, tiene opciones de pelear por las posiciones de arriba.