Una mujer acusada de adulterio recibió 100 latigazos este jueves en la conservadora provincia indonesia de Aceh, donde rige la ley islámica, mientras que su supuesta pareja, un hombre que negó las acusaciones, fue condenado a 15 azotes.
Ivan Najjar Alavi, jefe de los fiscales de la región, afirmó que la mujer confesó a los investigadores haber mantenido relaciones sexuales fuera del matrimonio.
Los jueces tuvieron más dificultad en reconocer la culpabilidad del hombre, que era jefe de la Agencia de pesca del Este de Aceh, y también casado, porque negó cualquier comportamiento indebido, según explicó Alavi.