Una caravana con cientos de migrantes cubanos, centroamericanos y venezolanos partió de la frontera sur de México para presionar en vísperas de las elecciones del 2 de junio.
Los migrantes, incluyendo mujeres con niños y hombres con maletas y agua, salieron de Tapachula, la mayor ciudad en el límite con Centroamérica, para avanzar de forma apresurada por la carretera federal 200 antes de los comicios.
El hondureño Cristian Sierra contó a EFE que van sin activistas o guías acompañantes, a diferencia de otras caravanas que parten de forma organizada.
“Se tomó la decisión de salir por muchos motivos, porque los permisos se están retrasando y, la verdad, ya hay muchas personas en el mismo sitio y no es conveniente, tomamos la decisión de salir porque es la única esperanza que tenemos”, manifestó.
Los extranjeros expresaron su preocupación por las posibles detenciones de los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y de policías estatales, aunque afirmaron que van de manera pacífica y ordenada.
Orlando, de Cuba, aseveró que estuvo un año en Tapachula para gestionar un trámite en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), pero prefirió salir con sus compatriotas con un carrito con sus pertenencias.