Un mundo en convulsión parece ser la única realidad que nos muestra el presente y las posibilidades de que el futuro sea diferente son muy escasas, tenemos muchos motivos para creer que sin reflexión no habrá mejoras, pero que difícil es hacerlo cuando todo nos distrae, mucha información sucediendo, alto contenido nos mantiene insertados en una realidad que parece individual, tal vez es momento de preguntarnos qué tan alentador es que las sociedades actuales continúen al ritmo consumista y poco reflexivo en el que se encuentran. Hagamos un recuento de los acontecimientos de caos que por demás esta decir acaban con vidas humanas:
La guerra hibrida de Rusia vs Ucrania (OTAN).
Conocida como la primera guerra híbrida derivado de que no solo es una intervención militar territorial, también es una guerra publicitaria, energética, económica, alimentaria y cibernética, donde dos principales posturas se enfrentan, la predominancia de EU promedio de la OTAN vs el resurgir de una potencia militar como lo es Rusia. En este contexto las vidas humanas se pierden, los precios de alimentos y demás productos aumentan mientras las campañas de publicidad en redes vetan ideas y promueven otras a conveniencia, el fin de este conflicto no está cerca y parece que las negociaciones de paz no son una solución a corto plazo, seguiremos viendo el caos de la guerra.
Tiroteos en EU (terrorismo interno).
Un número muy alto de mueres por eventos diferentes es el saldo que han dejado los últimos tiroteos en ciudades estadounidenses, motivos diversos que van desde el racismo, problemas mentales, conflictos personales, religión, etc., han llevado a este país al caos interno donde no se distingue quienes son los buenos o los malos, solo intereses económicos que promueven una cultura de irracionalidad donde el dueño del arma más grande es el que gana.
Narcotráfico, cultura latinoamericana.
Productores de diferentes tipos de estupefacientes Latinoamérica es hoy unos de los principales proveedores de drogas en el mundo, países enteros han establecido como cultura alterna de aspiración el ser un narco famoso, es así que distintos delincuentes son ejemplo para muchos de ellos, hoy en prisión o muertos son añorados por muchos aún así de han formado verdaderas leyendas a su alrededor, de estos destacan: Joaquín Guzmán (El Chapo), Pablo Escobar (El zar de la cocaína), Amado Carrillo (El señor de los cielos), Griselda Blanco (La Madrina), estos personajes son exhibidos como héroes ante los ojos de aquellos que solo tienen esa realidad. Todo esto ha permeado el la captación de la juventud para convertirlos en asesinos o consumidores, sin dejar de lado todas las carnicerías provocadas por el control de plazas, donde los muertos se cuentan por miles cada año, el caos provocado por estas organizaciones parece que no se detendrá pronto.
Feminicidios, una verdad sin culpables.
El machismo se ha encumbrado como como una de las causas por las cuales los hombres matan, violan o golpean a las mujeres, todo esto en un contexto de impunidad y de costumbres donde la influencia del pasado aún no se supera, las voces se han manifestados mientras los feminicidios aumentan. Podemos hablar de responsables directos e indirectos, pero los culpables parecen ser invisibles a la vista, tenemos por un lado una educación propensa a la productividad y supremacía y no a las humanidades, las costumbres que ensalzan la masculinidad como superior en una supuesta sociedad moderna dónde todos somos iguales, no podemos olvidar la falta de una justicia que prevenga y castigue. Algo importe es reconocer la falta de voluntad individual por reconocer que la violencia se vuelve cada vez más un estilo de vida.
El caos en el mundo invade nuestra vidas con tal desenfado que cada vez es menos sorprendente un acto de violencia, se ha logrado comercializar la muerte de manera masificada, las redes son la mejor muestra de como hoy en día consumimos todo tipo de actos trágicos sin que en nuestro interior se provoque una reflexión, parece que el siguiente clip será más importante que el anterior. No se debe normalizar la violencia, las palabras tienen que estar siempre por encima de las armas y de la muerte.
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Juan Gilberto Salazar García