El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, contradijo hoy a su ministro de Salud, el cuarto que tiene Brasil en un año, y aseguró que “quedándonos en casa no vamos a solucionar ese problema”, en alusión al coronavirus.
En una comparecencia ante periodistas, en el mismo día en que Brasil registró un nuevo récord de decesos: tres mil 869 decesos en 24 horas, Bolsonaro criticó las restricciones a los movimientos de la población para contener la pandemia y aseguró que “el hambre mata mucho más que el propio virus”.
“Brasil tiene que volver a trabajar. La población tiene que volver a trabajar”, insistió Bolsonaro, quien se presentó ante los micrófonos sin mascarilla, acompañado de otros altos funcionarios que sí tenían sus rostros parcialmente cubiertos.
“Los efectos colaterales de la pandemia no pueden ser más que los del propio virus”, dijo Bolsonaro.
Aunque el ministro de Salud, Marcelo Queiroga, pidió a los brasileños usar mascarilla y mantener el aislamiento durante los feriados de Semana Santa, el presidente Jair Bolsonaro expresó su rechazo.


