El contrabando y robo de combustibles se redujo 34.4 por ciento en un año, de acuerdo con estimados del Servicio de Administración Tributaria (SAT). El organismo considera que la reducción se explica en parte por los estímulos fiscales complementarios que se dieron a la importación de gasolinas, los cuales redujeron “los incentivos” para introducirlas de manera ilegal.
De acuerdo con los cálculos del SAT, el año pasado 66.7 millones de barriles de combustibles que se consumieron en el país fueron producto de contrabando o robo, por debajo de los 101.6 millones de 2021. Además de reducirse en sí mismo el estimado de gasolinas ilegales, su proporción como parte de todo el mercado, también pasó de 21.2 a 13.6 por ciento.
“La reducción del robo y contrabando de combustibles coincide con el incremento de los estímulos complementarios del IEPS (impuesto especial sobre producción y servicios) a los combustibles durante el ejercicio 2022. Presumiblemente es la razón principal de la reducción, pues al no requerir el pago del IEPS en la importación, además de la devolución del estímulo complementario por litro en ventas de primera mano, se suprimen los incentivos contra la actividad de contrabando”, detalló el organismo.
Lo destacado por el SAT exhibe que aun con los 373 mil 18 millones de pesos que representaron los subsidios de gasolinas durante el año psado –243 mil 172 millones de pesos por la pérdida directa de la recaudación por IEPS y 129 mil 846 millones de pesos del estímulo fiscal complementario, con el que prácticamente se pagó a los importadores por cada litro introducido al país de manera legal– el contrabando y robo continuó.
Los estimados reportados por el SAT equivalen a que por cada uno de los 34.9 millones de barriles que salieron del mercado ilegal en 2022, se pagaron 10 mil 688.2 pesos en estímulos fiscales, tanto por el regular como por el complementario.
El SAT detalló que la “oferta legítima de combustible”, compuesta por la producción de Petróleos Mexicanos (Pemex) y las importaciones que en teoría deberían pagar impuestos, alcanzó 423.8 millones de barriles en el año de 2022, correspondientes a 86 por ciento de la demanda real que se estima en 490.5 millones de barriles.
En 2021, esa demanda se estimó en 479.2 millones, de la cual 101.6 millones de barriles fue cubierta por el contrabando y robo de combustibles, mientras 78.8 por ciento restante por la producción de Pemex y las importaciones sujetas al margen tributario.
El organismo explicó que a la vez se pudo corroborar la disminución en el contrabando técnico con la caída de 62 por ciento en la importación de lubricantes, “productos que no se encuentran sujetos al pago de IEPS, por lo que son usados como medio de evasión para la introducción de combustibles” al país, al hacerlos pasar por gasolinas.