Ante la derrota demócrata en Virginia y con el empuje de la líder demócrata Nancy Pelosi, el presidente Joe Biden se anotó un triunfo legislativo con la aprobación del paquete de infraestructura física por más de 1 billón de dólares y del avance del plan de gasto social, a costa de excluir la reforma migratoria con ruta a la ciudadanía, entre otros programas.
Con 228 votos a favor –gracias al respaldo de 13 republicanos que dieron la espalda a sus líderes– y 206 votos en contra –incluidos 6 demócratas rebeldes–, el plan bipartidista de infraestructura física representa la segunda victoria política de la era Biden, luego de la aprobación en marzo del paquete de alivio contra la pandemia de COVID.
El voto coronó dramáticas negociaciones de Pelosi. Los demócratas moderados exigieron una estimación del costo oficial del paquete social, lo que provocó una amenaza de veto de los progresistas. Al final, fue necesaria la intervención de Biden para convencer a los liberales, así como sumar a los republicanos para lograr la mayoría.
El paquete de infraestructura física incluye más de 100 mil millones de dólares para modernizar más de 20 mil millas de carreteras y más de 10 mil puentes. Unos 66 mil millones de dólares serán utilizados para modernizar el sistema ferroviario de carga y pasajeros, y una cantidad similar para llevar internet de alta velocidad a todo el país, además de casi 40 mil millones de dólares para remozar el sistema de transporte público.