En el principal centro de vacunación de Viena, niños de cinco años esperan este lunes para recibir su primera dosis anticovid, al mismo tiempo que dos millones de no vacunados están obligados a confinarse de nuevo.
Para frenar la propagación del virus y aumentar la tasa de vacunación de su población (65% actualmente), Austria sacó el arsenal pesado, convirtiéndose en el primer país de la Unión Europea en tomar estas medidas.
En tanto, la ciudad de Viena decidió empezar a vacunar a los niños de 5 a 11 años, a pesar de que el regulador europeo todavía no haya dado su aval para el uso del inmunizante de Pfizer/BioNTech en personas de esa franja de edad.
La medida, en este lunes feriado para los escolares de la capital, ha triunfado. Se han reservado más de 10 mil citas, precisó Peter Hacker, adjunto municipal de Salud.