Un letal ataque contra el perímetro del Capitolio de Estados Unidos podría demorar la reapertura gradual del complejo al público justo cuando los legisladores estaban considerando regresar a las medidas de seguridad habituales tras la insurrección del 6 de enero.
El agente de la policía del Capitolio William “Billy” Evans, con 18 años de experiencia en el cuerpo, murió el viernes cuando un hombre estrelló su auto contra una barrera instalada justo ante el ala que ocupa el Senado.
El conductor, identificado como Noah Green, de 25 años, murió por los disparos de las autoridades al salir del auto y abalanzarse sobre la policía armado con un cuchillo.
El incidente se produjo a menos de dos semanas de que la policía del Capitolio retiró una cerca exterior que había cortado una amplia zona al tránsito vehicular y policial en un esfuerzo por asegurar el complejo luego de que miles de partidarios del expresidente Donald Trump marchasen hacia el edificio el 6 de enero y alrededor de 800 lograsen entrar en él. El violento asalto causó cinco muertos, incluyendo un agente de la policía del Capitolio.
Aunque los legisladores de ambos partidos criticaron la cerca, con algunos calificándola de reacción exagerada, la policía, que asumió la peor parte del asedio de enero, mantuvo intacta la valla perimetral interna para tratar de garantizar la seguridad del complejo y de los legisladores que trabajan en él.