Alemania y Escocia darán el pistoletazo de salida a la Eurocopa 2024 con un duelo marcado por el inicio del final de la carrera de Toni Kroos, que disputará el primero de la serie de encuentros con los que cerrará una trayectoria intachable de 17 temporadas en las que emergió como uno de los mejores centrocampistas de las dos últimas décadas.
Kroos comenzará a decir adiós en la que un día fue su casa. El Allianz Arena del Bayern Múnich, club en el que se formó desde cadete y en el que debutó como profesional, será el escenario de la primera de sus despedidas. Como mínimo serán tres (también se enfrentará a Hungría y Suiza), pero sería un fracaso descomunal para Alemania acabar eliminada en la fase de grupos.
A partir de este viernes, en cuanto el árbitro Clément Turpin decrete el inicio del choque, cada balón que acaricie Toni Kroos será casi una última degustación para los amantes del buen fútbol, que a nivel de clubes despidieron hace casi dos semanas al mediocentro germano en la final de la Liga de Campeones que el Real Madrid ganó al Borussia Dortmund.
Kroos salió victorioso de ese primer asalto. Levantó su sexta Copa de Europa y junto a Nacho, Modric, Carvajal y Gento se convirtió en el único jugador de la historia en sumar esa cantidad de títulos. Ahora quiere añadir a sus vitrinas la Eurocopa, un trofeo que se le resiste, el único de una colección de vértigo que llega hasta las 33 victorias.
Tal vez, esa necesidad de ganar todo, junto a la llamada del seleccionador Julian Nagelsmann, provocó el regreso de Kroos a la ‘Mannschaft’ casi tres años después de anunciar que se retiraba de la selección alemana (exactamente, el 2 de julio de 2021). Su vuelta, es un alivio para la sala de máquinas de un equipo que desde que ganó el Mundial en Brasil 2014 sólo acumula decepciones.