Ante los últimos tiroteos en Nueva York, Wisconsin, California y Chicago cabe preguntarse si es el momento de una restricción masiva de la venta de armas y su portabilidad como derecho individual en todo el territorio una vez que se han incrementado los sucesos trágicos y que la venta de armas cada año incrementa su participación en la economía, se debe tener en cuenta que este derecho a portar armas está protegido por la Segunda Enmienda de La Constitución de los Estados Unidos.
Diferentes manifestaciones con propuestas diversas a lo largo de los años han tratado de promover leyes que gradualmente originen una regulación o limitaciones en la obtención y portación de armas en público, en la actualidad se venden entre 11 y 15 millones de armas anualmente según datos de la Asociación Nacional del Rifle (NRA; en inglés), adicional a estos datos comerciales debemos enfatizar que las muestres están entre 5 y 7 homicidios por cada 100,000 habitantes según proyecciones del Banco Mundial para el 2022.
Bajo este contexto la reflexión infiere dos temas principales como el perder un derecho a portar armas defendido a ultranza por una gran mayoría de la población o tratar de aliviar el dolor de los miles de personas que han perdido a sus familiares y amigos en las diferentes tragedias que han acontecido en la última década, con todo esto incidiendo en la sociedad no podemos dejar de lado que la violencia esta alcanzado niveles nunca antes vistos y si ponemos de manifiesto que se garantiza a individuos con problemas mentales el acceso a armas de fuego las consecuencias no pueden ser otras más que la muerte.
Debemos entender el contexto de cada hecho y su relación con las diferentes problemáticas arraigadas en la sociedad norteamericana, esto derivado a que en los distintos tiroteos están contextualizados en ámbitos principales como lo son la discriminación racial, el acoso escolar y las enfermedades psiquiátricas como los más importantes.
Sin duda la discusión de la regulación de las armas debe darse, sin dejar de lado la importancia de políticas sociales que provean de ayuda psicológica y atención media integral a los ciudadanos, es así como aún queda un largo camino por recorrer en estos aspectos tan relevantes, mientras tanto esperemos que no se repitan más tragedias donde personas inocentes son muertas por su color de piel, por asistir a la escuela o por el estrés laboral.
Tiroteos recientes:
Búfalo, Nueva York, en el que murieron al menos 10 afroamericanos en un supermercado.
Orange, California, Al menos una persona murió y varias más resultaron heridas por disparos de arma de fuego en una iglesia
Chicago, dos personas murieron y otras ocho resultaron heridas en un tiroteo en el centro de la ciudad.
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Juan Gilberto Salazar Garcia
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