La canciller alemana, Angela Merkel, justificó la decisión de suspender en Alemania la administración de la vacuna AstraZeneca a menores de 60 años en las recomendaciones emitidas por los expertos, «que no podemos ignorar», y ante los «riesgos» de sus efectos secundarios, incluida trombosis.
«Hay afortunadamente suficientes vacunas a nuestra disposición para poder adoptar esta decisión», afirmó la líder alemana, tras la reunión mantenida con los líderes regionales y titulares de Sanidad del gobierno federal y los «Lander».
La decisión implicará una «reestructuración» en la campaña de vacunación; la vacuna de producción británico-sueca no se aplicará más que de manera excepcional y previo análisis individualizado a grupos por debajo de esa edad, en lo que entra personal sanitario y otros sectores esenciales.
«Es esencial mantener el principio de la confianza. Y solo puede haber tal confianza cuando se analiza minuciosamente toda sospecha o riesgo individual», añadió la canciller.
La medida sigue a la recomendación de la Comisión Permanente de Vacunación (Stiko), adscrita al Instituto Robert Koch (RKI) de virología, competente en Alemania en esa materia.