El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, rechazó este martes “polemizar” con la Iglesia católica tras un pronunciamiento en el que advirtió de riesgos al Estado de derecho ante las elecciones del 2 de junio y mientras líderes religiosos negocian una tregua con grupos criminales.
«Vivimos en un país libre y no se limita a nadie su derecho a expresarse, a manifestarse, a reunirse, a asociarse, y llevamos muy buena relación con la Iglesia católica y con todas las iglesias, y no vamos nosotros a polemizar con las iglesias porque también eso podría ser una estrategia de los publicistas”, expresó.
El mandatario se refirió en su conferencia matutina al inusual posicionamiento de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que el domingo invitó a la gente a votar en los comicios al advertir de que “el reto mayor está en hacer valer y vivir en un verdadero Estado de derecho”.
“Por el bien de México, primero la democracia y el Estado de derecho”, indicó en el comunicado, que despertó controversia porque la Constitución restringe la intervención de líderes religiosos en la política.