El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó, que seguirá ejerciendo su derecho de réplica frente a las críticas de sus adversarios y la prensa.
“Y yo lamento que se enojen, pero ojalá y comprendan que yo encabezo, junto con millones de mexicanos, un proceso de transformación. Que a lo mejor no gusta, pero nosotros queremos, hasta donde podamos, como decía Juárez, hasta donde se pueda y como se pueda, ayudar a los pobres y acabar con la corrupción”, señaló.
“Entonces, si hay un bloque conservador, como existe en México, donde se unen todos y tienen su prensa, sus medios, sus comentaristas, sus intelectuales orgánicos, pues no nos vamos a cruzar de brazos, tenemos que confrontarnos políticamente; desde luego, sin agresiones, respetando la libertad”, agregó.
El morenista consideró que al existir actualmente un proceso de transformación, tiene que haber una definición en torno a la verdad, la honestidad y la ética.
Pese a la polémica que desató el fin de semana, no soltó la crítica contra la periodista Carmen Aristegui, quien dijo que el escándalo de José Ramón López Beltrán, hijo del mandatario, era algo similar a la casa blanca de la exprimera dama Angélica Rivera, exesposa del expresidente Enrique Peña Nieto.
“Ahora que se generó esta polémica porque ejercí mi derecho de réplica, señalando que Carmen Aristegui mantiene, con sutileza, ¿no?, la misma máxima del hampa del periodismo de que la calumnia, cuando no mancha, tizna, y que en su reportaje –sobre la renta de la casa en Houston de José Ramón y su esposa– llegó a decir que era el equivalente a la casa blanca, y ya tiene tiempo, porque tiene esa actitud, porque simularon por años”.
“Cómo quedarnos callados cuando se calumnia. ¿Por qué me voy a quedar callado? ¿No soy libre? ¿Voy a aceptar que mientan, que calumnien, que dañen el proyecto de transformación?”, cuestionó el mandatario.
Agregó, sin mencionar nombres, que incluso un periodista del equipo de Aristegui habló de que ya habían pasado situaciones similares, y acotó que en la actual administración se garantizan libertades plenas, el derecho a disentir, pero hay que poner un “basta” a la “hipocresía” porque es propia del bloque conservador.
“Habría que preguntar si hay objetividad en el periodismo. ¿Por qué no tomar una decisión? Eso no significa convertirse en aplaudidor del que está en el gobierno, no, pero es no engañar. Entonces, eso es lo importante, ¿no?”.
El viernes pasado, el jefe del Ejecutivo expresó que Aristegui no era la paladina de la libertad, se la pasó en simulación y siempre estuvo a favor del bloque conservador, pese a que en otras administraciones él mismo había reconocido su trabajo periodístico.
Además, indicó que a nueve meses de que se envió una nota diplomática al gobierno de Estados Unidos para que aclare sobre el financiamiento a la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, la cual publicó la investigación sobre su hijo junto con Latinus, aún no hay respuesta.
Sobre el escándalo en torno a su hijo mayor, el Presidente ha mencionado que ni él ni sus otros hijos tienen influencia en el gobierno, por aquello de que ocupó una casa que perteneció a un exdirectivo de Baker Hughes, empresa que tiene contratos en Pemex.
Además, aclaró que la que tiene dinero es la esposa de su hijo, Carolyn Adams. “No hay pruebas de nada absolutamente, mis hijos no tienen participación en el gobierno”, reiteró ayer ante los medios.
