El gobierno alemán quiere facilitar a quienes lo soliciten el cambio de nombre y de género, ya que la legislación vigente es obsoleta y «humillante», se anunció el jueves.
«El derecho a vivir una vida autodeterminada es fundamental para todos», aseguró la ministra de la Familia, Lisa Paus, en una conferencia de prensa en Berlín.
El proyecto de ley propuesto sustituiría a la «Ley sobre los transexuales», en vigor desde hace 40 años en Alemania, que obliga a las personas a comparecer ante un tribunal y a presentar dos informes de expertos, generalmente psicoterapeutas, para que se reconozcan legalmente el nombre y el género con los que se identifican.
Los opositores reclaman desde hace mucho tiempo el abandono de esta legislación controvertida. Los demandantes se quejan de la complejidad del procedimiento y de las preguntas personales muy íntimas, en particular sobre su comportamiento sexual pasado.
El procedimiento es además costoso, -hasta 2 mil euros- y simplemente «contrario a la dignidad humana», destacó en una entrevista con AFP la responsable política transgénero Tessa Ganserer, antes de ser elegida diputada de los Verdes.
Si se aprueba el proyecto de ley, bastará con que un solicitante adulto declare simplemente ante la administración competente el cambio que desea efectuar en los documentos oficiales.