Alemania prohíbe desde este sábado la venta de plásticos de un solo uso como platos, vasos o popotes, en aplicación de una directiva europea que busca proteger de contaminación los océanos.
La nueva ley, aprobada en septiembre de 2020 y que ahora entra en vigor, prohíbe los «popotes, cubiertos, platos, cotonetes, palos para globos y vasos», además de embalajes en poliestireno usados para envasar alimentos.
En Alemania se permitirá la venta de las existencias preexistentes más allá de 2021, así como la comercialización de aquellos productos para los que no hay todavía alternativa como toallitas, tampones higiénicos o cigarrillos con filtros de plástico.
No obstante, estos deberán ir etiquetados con un aviso del daño ambiental causado por el plástico.
La ley alemana estipula que la administración privilegiará en los concursos públicos la adquisición de «productos fabricados a partir de materiales reciclados».
La crisis sanitaria hizo que la producción mundial de plástico retrocediera en 2020, de 368 millones de toneladas en 2019 a 367 millones (-0.3%), según la asociación europea de productores de plástico.
Desde el inicio de la era industrial, la producción solo había disminuido en 1973, con la crisis del petróleo, y en 2008, en el estallido de la crisis financiera.