Israel agradeció este miércoles a Estados Unidos la venta de un gran paquete de armamento militar por valor de 20 mil millones de dólares, incluidos 50 aviones de combate F-15, aprobada ayer, aunque el envío de la mayoría de estos equipos no se espera hasta dentro de varios años.
“Mientras Israel y nuestros servicios de seguridad permanecen en alerta máxima, quiero expresar mi agradecimiento a nuestros aliados que se mantienen unidos a nosotros frente a las amenazas cargadas de odio del régimen iraní y sus aliados terroristas”, indicó en un mensaje en X el presidente israelí, Isaac Herzog.
Herzog agradeció al presidente estadounidense, Joe Biden, y a otros líderes del país su “firme compromiso en palabras y hechos” con la seguridad de Israel. “Nos mantenemos unidos en la defensa del mundo libre”, subrayó.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, también expresó su gratitud por esta venta de armas, una “iniciativa crítica para el aumento de fuerza de Israel y el mantenimiento de su ventaja militar cualitativa en la región”.
“Mientras luchamos para defender a Israel en siete frentes diferentes, su mensaje de apoyo y compromiso con la seguridad de Israel es claro”, agradeció el titular de Defensa en referencia a la amenaza iraní, que Israel sitúa en varios escenarios donde operan aliados del régimen de los ayatolás: Hamás y la Yihad Islámica en Gaza y Cisjordania; Hizbulá en Líbano; milicias proiraníes en Siria; la Resistencia Islámica de Irak; o los hutíes de Yemen, además de Irán.
El grupo palestino Hamás, que lleva más de diez meses combatiendo con Israel en una Franja de Gaza devastada, criticó la venta de armamento y acusó a Estados Unidos (como viene siendo habitual) de ser “socio en la guerra de genocidio, limpieza étnica y masacres brutales contra nuestro pueblo”.