Afecta a migrantes espera por asilo; permanecen en cuarentena

Desde el primer cierre de la frontera el pasado 21 de marzo los migrantes han permanecido en cuarentena

El largo confinamiento por la pandemia de Covid-19 ha provocado desgaste entre los migrantes que esperan la reactivación de los procedimientos de asilo en Estados Unidos y presión para los albergues que los alojan en la frontera de Tamaulipas.

Son 11 los albergues registrados en Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros y que alojan a cientos de migrantes de varias nacionalidades.

Desde el primer cierre de la frontera el pasado 21 de marzo los migrantes han permanecido en cuarentena en los albergues.

La directora del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes (ITM), Brenda Cárdenas, advirtió que la situación que priva por la larga espera comienza a ser crítica.

«Algunos están esperando su trámite de MPP (Protocolos de Protección a Migrantes, por sus siglas en inglés), por el retraso que ha habido con las citas y están esperando que se les resuelva. No tenemos conocimiento todavía de cuándo se reanude el trámite», indicó.

«Y con el confinamiento todo se ha complicado un poco más. Todos están desesperados. Los albergues están haciendo un trabajo en verdad muy loable y muy humanitario de mantenerlos contentos con actividades».

Solo en Matamoros, las autoridades estiman que unos mil 600 migrantes se encuentran a la espera del trámite.

Algunos de los migrantes han desertado de permanecer en los albergues de la frontera y se regresan a sus países, señaló, pero son los menos, la mayoría continúa a la espera.

NAVIDAD EN ENCIERRO

Aunque en Navidad recibieron regalos, decenas de niños migrantes pasaron la medianoche del 24 de diciembre encerrados en sus albergues de la frontera de Tamaulipas por las medidas sanitarias para evitar contagios de coronavirus.

El ITM reportó 150 menores de edad alojados en los albergues.

Cárdenas indicó que se recabaron juguetes para entregárselos bajo estrictas medidas sanitarias.

«No participamos en sus posadas, únicamente los entregamos en la puerta por aquello de la sana distancia para proteger a los niños, principalmente, que viven en contexto de movilidad», señaló.

El responsable del albergue Senda de Vida de Reynosa, Héctor Silva, comentó que los menores migrantes pasaron una Navidad distinta.

«Tuvimos regalitos, pero a la distancia, por el gran encierro que está pasando el albergue», apuntó.

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