Aaron Judge no sólo llevará el número 99 en la espalda, también cargará una nación entera sobre los hombros. El cañonero de los Yankees, ícono de poder, temple y liderazgo, fue nombrado oficialmente capitán de la selección de Estados Unidos para el Clásico Mundial de Beisbol 2026.
Aunque la designación suena natural (por jerarquía, carisma y estadísticas), es también una señal de revancha. Judge no estuvo en la edición pasada. La miró desde casa. Vio cómo Japón se alzó con el trofeo y cómo el dramatismo de la final contra Shohei Ohtani quedó inmortalizado en un clásico del deporte.
Esa espina se la quiere sacar con swing propio. Quiere que Estados Unidos vuelva a reinar en el deporte que ellos inventaron y que por décadas se mantuvo como el pasatiempo nacional.